¿Cómo influye la cultura en el incumplimiento del crédito comercial?

Euler Hermes, uno de nuestros accionistas, publica un nuevo estudio que explora la relación entre cuatro dimensiones de la cultura nacional (distancia de poder, masculinidad, individualismo y elusión de la incertidumbre) y los incumplimientos de pago entre empresas en 40 países.

Los resultados muestran que las empresas ubicadas en países donde la sociedad acepta y espera que el poder se distribuya de manera desigual tienden a tener una mayor tasa de incumplimiento. En otras palabras, la fortaleza de la jerarquía social es importante para los impagos de crédito comercial asegurado. Esos hallazgos confirman el papel de la cultura nacional en las diferencias de comportamiento entre países en relación con los impagos.

Usando el poder como palanca para los impagos B2B, los 10 países en la lista de vigilancia de las empresas deberían ser Malasia, Eslovaquia, Guatemala, Panamá, Filipinas, Rusia, Rumania, Serbia, México y China.

Por el contrario, Austria, Israel, Dinamarca, Nueva Zelanda, Irlanda, Noruega, Suecia, Finlandia, Suiza y Alemania exhiben una distribución más equitativa del poder y un riesgo de incumplimiento reducido.
Este documento analiza los aspectos determinantes de los impagos del crédito comercial mediante el uso de un extenso conjunto de datos de más de 7 millones de registros. 

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El comercio mundial crecerá al ritmo más lento de la última década

comercio mundial

La incertidumbre creciente y el aumento de los aranceles están teniendo un impacto en el comercio, y harían que este año, el volumen del comercio mundial de bienes y servicios creciese a su ritmo más lento en una década (+1,5%). Esto supondría una merma de cerca de 420.000 millones de dólares para los exportadores.

La caída del comercio afectará especialmente a China (-67.000 millones de dólares), Alemania (-62.000 millones de dólares) y Hong Kong (-50.000 millones de dólares). Aunque los efectos monetarios son la principal explicación para estas pérdidas, el impacto de las exportaciones se ha extendido en los países y centros de exportación europeos. Por industrias, electrónica (-212.000 millones de dólares), metales (-186.000 millones de dólares) y energía (-183.000 millones) son los sectores que habrían sufrido más.

2020 no será un año bueno, aunque lo peor podría haber quedado atrás

En 2020, el comercio podría seguir creciendo a un ritmo bajo, al +1,7%, mientras que la economía mundial seguirá perdiendo tracción (+2,4% después de +2,5% en 2019). La posible imposición de nuevos aranceles y un ajetreado año político (cumbres mundiales, elecciones estadounidenses) deberían generar una mayor volatilidad, que se extenderá más allá de 2020.

Las mayores ganancias de exportación se registrarán en China (90.000 millones de dólares) y Estados Unidos (78.000 millones de dólares). Sin embargo, su disputa comercial ha hecho que las ganancias de exportación para ambos países se reduzcan aproximadamente a la mitad con respecto a 2018. Alemania y Reino Unido podrían ser los siguientes en notar el aumento del proteccionismo, en forma de aranceles estadounidenses sobre los automóviles.

En cuanto a los sectores, electrónica (-47.000 millones de dólares), metales (-42.000 millones de dólares), y maquinaria y equipo (-27.000 millones) continuarán cayendo en 2020. Por el contrario, los servicios de software y TI (62.000 millones de dólares), agroalimentación (41.000 millones de dólares) y productos químicos (37.000 millones) registrarán ganancias moderadas en las exportaciones.

Nuevas estrategias para evitar nuevos aranceles: desviación del comercio y comercio fantasma

Ante las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, los exportadores pequeños y ágiles se beneficiaron más de la desviación del comercio; es decir, los socios comerciales más grandes están reduciendo su cuota de mercado o adquiriendo menos (Canadá, Alemania, Japón y México), mientras que muchos de los socios comerciales más pequeños (Taiwán, Países Bajos y Francia) están aumentándola rápidamente. Pero esta situación no es irreversible. Vietnam, por ejemplo, que se benefició del conflicto comercial, ahora está atravesando una situación complicada porque su superávit comercial con Estados Unidos se ha disparado.

El comercio fantasma es la otra consecuencia de la escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China: algunas empresas chinas podrían enviar sus mercancías a terceros mercados, como Taiwán y Japón, para luego enviar las mercancías a Estados Unidos, evitando así aranceles.

«Este cambio de ruta evita aranceles e infla artificialmente las cifras comerciales (porque el mismo bien viaja a un mercado adicional antes de llegar al socio final). Nuestro análisis preliminar sobre el Sudeste Asiático, con no más de año y medio de datos, muestra que Japón y Taiwán se utilizan como mercados de recuperación para maquinaria y aparatos mecánicos, y para maquinaria eléctrica», comenta Georges Dib, Economista de Euler Hermes.

Nota de prensa: El comercio mundial crecerá al ritmo más lento de la última década